La tolerancia es parte de la sabiduría y del amor.

La tolerancia es parte de la sabiduría y del amor.

Ver y percibir el mundo como un lugar lleno de diversidad, de energía, de infinidad de formas, sonidos, colores, texturas, pensamientos, expresiones, sabores, sentimientos… en el universo se desenvuelven y coexisten millones de creaciones cada instante y todas y cada una de estas creaciones tiene su lugar e importancia en el todo;  son únicas e irrepetibles y a la vez se complementan unas a otras y forman ese todo.

 

Cada ser humano es diferente a otro; así como las gotas de agua del océano o los granos de arena, no existe uno idéntico al otro y a la vez son similares, compuestos de los mismo átomos y estructura y al unirse forman un cuerpo “indivisible”. Cuando percibimos el todo como una sólo parte, podemos ver lo importante de darle su lugar y su valor a cada gota, cada grano, cada ser humano. Así sabemos que TODO puede existir por separado y en conjunto; todo y nada y cada parte por pequeña que sea es indispensable para el todo. 

 

La tolerancia es el entendimiento de que somos diferentes en nuestros rasgos, cultura, gustos, tradiciones, conocimiento, desarrollo, expresiones, etc. en todo somos diferentes y a la vez iguales. Existen millones de formas distintas de entender la naturaleza a nuestro alrededor y de experimentar la vida, algunas desde lo compartido en una cultura, idioma, religión, nacionalidad y otras desde un punto de vista más personal o particular. Sin embargo, todos somos seres humanos, ningún ser humano sobrevive completamente solo, somos parte de la humanidad, nos necesitamos unos a otros para sobrevivir, para que la especie continúe y sobretodo para sentir y experimentar el amor.

 

La tolerancia nos permite aceptar que cada diferencia es válida, que existen diferentes caminos, formas y costumbres y sin juzgar podemos aprender unos de otros y podemos expandir nuestra percepción y ver la esencia del amor en cada ser. Reconociendo que todos somos amor, parte del todo y parte de la creación, cualquier separación o idea de segregación se acaba. La tolerancia es la puerta a la paz, la armonía, el aprendizaje y el desarrollo humano.

 

Imagina que puedes vivir en un mundo que te permite conocer, entender, aceptar y validar a cada ser por ser unicidad, que no lo separa y no lo hace menos ni más, sino siempre valioso, siempre especial gracias a su diversidad y a la vez poder reconocer las similitudes mutuas que compartimos. A veces nos creemos tan diferentes que no vemos que podemos estar sintiendo el mismo dolor o la misma alegría en circunstancias iguales o distintas. 

 

Es momento de vivir con mas tolerancia, solo así podremos conocernos a profundidad y saber quien somos, nuestra verdad más allá de los estándares o concepciones que fueron creadas para nosotros desde nuestro nacimiento y las circunstancias de nuestro desarrollo y crianza, más allá de lo que hemos aprendido al ser parte de una sociedad y por participar en una comunidad. La tolerancia nos permitirá conocer nuestra esencia verdadera y la de los demás, entender las dificultades que cada uno vive y apoyarnos mutuamente en nuestros procesos personales y así tener mejores relaciones interpersonales. 

¿Practicas la tolerancia? 

 

Observa cómo actúas en entornos familiares, conocidos y con personas afines a ti; con tus amigos, familiares, colegas. Ahora observa (o imagina) como cambia tu forma de actuar y de sentirte si cambias el entorno. Si fuera la misma actividad pero estás rodeado de otras personas, ¿seguirías actuando y sintiéndote igual?, ¿qué haría que la experiencia fuera diferente? El “tipo” de personas o situaciones que más te molestan, ¿cómo difieren a la primera instancia cuando todo es familiar? 

Estos cambios en tu actitud o en tu forma de pensar, ¿a qué se deben? Puedes identificar qué es lo que a ti te molesta o te incomoda o no lo tienes muy claro. 

 

Ahora imagina que tú eres el que tiene que cambiar o adaptarse para pertenecer y sentirte cómodo en este otro ambiente, ¿qué es lo primero que piensas? 

 

En todo esto ¿qué tan tolerante te sientes? ¿Cómo puedes ser mas tolerante?

  • Imagina que todos los que te son conocidos a ti son diferentes, haz un esfuerzo por reconocer estas diferencias, entenderlas, aceptarlas y respetarlas. Encuentra la manera de hacerle ver a los demás que te importan tal como son y no como tú “esperas” que sean.
  • Cuando interactúes con nuevas personas o con grupos diferentes a ti o tu zona de confort, busca escuchar y observar para encontrar lo que tienes en común. Si logras conectar a algo que los hace similares será más sencillo bajar las barreras y conocer mejor a los demás, empatizar y tener tolerancia a lo que los hace diferentes.
  • Lo diferente no sólo es lo ajena o lejano. En tu misma familia, grupo de amigos, cuidad; existe la diversidad. Considera lo distintivo de cada miembro de tu familia o escucha como se expresan tus amistades o incluso observa como actúan las diferentes personas en donde vives.
  • Las normas sociales y los distintivos como la clase, raza, rasgos y demás, a veces crean discriminación y separación. Empieza a describir y expresarte sin prejuicios relacionados con estas diferencias; sobretodo no tengas ideas preconcebidas de los demás al interactuar con ellos. Busca actuar con ecuanimidad e igualdad.
  • El miedo a lo desconocido o diferente puede ser una limitante para abrir tu corazón. Muchas veces nos cerramos a la diversidad por falta de familiaridad pero para adquirir familiaridad tenemos que intentar conocer y entender lo desconocido o diferente.

Lo opuesto a tolerar...

 

Lo opuesto a la tolerancia es el prejuicio. Cuando juzgamos creamos separación, discriminación, esclavitud y hay una energía de obligar y/o forzar a los demás a actuar conforme a los pensamientos y creencias establecidas ya sea por nosotros mismos, nuestra familia, por la sociedad o por las experiencias históricas de la humanidad. 

 

Por otro lado, si intentamos eliminar todo el prejuicio sin realmente tener tolerancia perdemos nuestro sentido de ser, es cuando aceptamos todo sin saber quienes somos; cuando ciegamente creemos lo que los demás dicen que debemos pensar, sentir, hacer y en el proceso se genera separación, odio, critica y juicio. Cuando acepto todo, forma y costumbre porque así es, sin saber quién soy, perdemos nuestro lugar, unicidad e importancia. Tolerar no significa permitir que los demás me traten mal, menosprecien, abusan de mí ni tampoco que sobrepasen límites. 

 

A veces estas separaciones pueden darnos un sentido de pertenencia, identidad y arraigo, lo cual es muy positivo, sin embargo cuando caen en exclusión, segregación y deseo de controlar y cambiar a los demás para ser parte de un “estándar” es cuando esto sale de equilibrio y se pierde la tolerancia y puede ser que también nos limite a vivir nuestro verdadero potencial y esencia.

 

La verdadera tolerancia es entender la diversidad y aceptar que somos diferentes, que no tengo que cambiar para vivir con tolerancia. Si me obligan a cambiar para pertenecer, entonces es cuando se pierde la tolerancia. Al tener tolerancia puede ser que cambie ciertos hábitos y costumbres obsoletos, pero esto es parte de la evolución, aprendizaje o crecimiento personal y debe venir de cada persona libremente; no debe de ser forzado, obligado o esperado, porque entonces hay una falta real de tolerancia y de amor.

 

El amor lo acepta todo tal como es y existe a pesar del todo, el amor es simplemente amor. La tolerancia es un camino hacia el amor. 

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