¿Qué tan frecuentemente te sientes valiente?

¿Qué tan frecuentemente te sientes valiente?

Cuando decides actuar y vivir lo que amas en esta vida pueden suceder muchos ajustes y también puedes experimentar tus miedos y preocupaciones más que lo que realmente deseabas experimentar. Esto es porque muchas veces no estamos listos para ser valientes o nuestro concepto de la valentía es tener que enfrentar nuestros miedos.

 

La realidad es que todos nacemos con valentía, es la energía que nos impulsa a decidir vivir, nacer en este mundo para experimentar su infinidad de posibilidades. En el momento de nuestro nacimiento adquirimos esta virtud. Claro que desde ese momento nuestros sentidos se abren y empezamos a entender el mundo a través de lo que nos rodea y de cómo nos sentimos por dentro con lo que sucede. Es este entendimiento lo que hace que formulemos una idea, un concepto de lo que es vivir y ser humano, de estas ideas nacen ciertos patrones de pensamiento que a su vez se convierten en acciones; todo esto conforma nuestras creencias. La forma en la que sentimos nuestra experiencia de vida genera nuestra vibración y es a través de esta vibración que creamos lo que vivimos. Todo esto sucede gracias a ese momento en el que decidimos ser valientes y elegir esta experiencia de vida al nacer.

 

Si bien todos somos valientes, no todos fluimos con esa energía. Nuestros sentimientos y entendimiento de lo que es la vida pueden bloquear esta energía. Nuestros miedos y preocupaciones son el principal bloqueo.

 

Es importante empezar a distinguir cuándo somos valientes de verdad y cuándo nos forzamos a sobrepasar estos miedo y preocupaciones.

 

La verdadera valentía se siente cuando nuestras decisiones nos hacen sentir alegres, en armonía y podemos percibir esa pasión y emoción de crear un cierto resultado. Sin importar cómo se dan las cosas, tenemos certeza y nuestra esperanza nos impulsa y nos da la energía correcta para seguir adelante.

 

Por el contrario, cuando creamos expectativas siempre añadiremos muchas limitaciones y condiciones a lo que queremos crear y lograr. Son estas limitaciones y condiciones lo que hacen realidad nuestros miedos y preocupaciones. Entonces nos forzamos a seguir a delante porque creemos que así somos valientes y que estamos haciendo nuestro mejor esfuerzo incluso cuando será en balde. Caemos o en la osadía y arrogancia o en la apatía y conformidad. Tomamos lo que nos apetece cuando nos apetece o vivimos por que tenemos que vivir. 

 

¿Alguna vez te has encontrado en una situación diciendo o pensando, esto es justo lo que no quería que pasara?, o, ¿este es mi peor miedo? Cuando nuestros miedos nos inspiran a tomar acción, el miedo o lo que no deseamos que suceda se convierte en nuestro principal enfoque, inunda nuestros pensamientos y sentimientos y por ende se convierte precisamente en lo que manifestamos. Por eso actuar con valentía es entender el miedo, reconocerlo, pero actuar hacia lo que deseo con firmeza, confianza, alegría, esperanza y benevolencia.

Haz una introspección para ver si eres valiente de verdad

 

Esta semana, cada vez que decidas hacer algo que amas o seguir un sueño y tomas acción, siente desde qué sentimiento estas creando la acción. 

 

Si la acción nace de sentimientos honestos, alegres, certeros; desde un profundo conocimiento personal de quien eres y donde te encuentras; de una fuerte pasión sincera y sólida; de la esperanza; entonces puedes reconocer que ya eres valiente y seguir tomando acción desde esta energía.

 

Si por el contrario, percibes que la acción nace de expectativas con limitaciones y condiciones; de demostrar que puedes; de hacerlo porque sí; de que no hay otro camino o forma de lograrlo; de que así es la vida y hay que seguir; de sentimientos llenos de miedo, preocupación, enojo, venganza, arrebato, desidia, comodidad; entonces no estás siendo valiente. 

 

Este ejercicio nos ayudará a darnos cuenta cuántas veces hacemos realidad nuestros miedos y preocupaciones por caer en la osadía y arrogancia o en la apatía y conformidad al confundir estas energías con valentía.

 

Empieza a reconocer tus sentimientos al tomar acción y cuando reconozcas que no es verdadera valentía lo que te impulsa, deténte y busca la forma de que tus acciones sean más benévolas, generosas, honestas y afines a ti.

  • El valiente actúa porque espera el mejor resultado a pesar que todo indique lo peor que puede pasar. Al esperar el mejor resultado confía en su capacidad, en la guía divina y en saber que actúa por una inspiración verdadera, no un capricho.
  • Mientras más conectado estas a tu fuente, a tu verdadera esencia y por ende, a la energía de la creación sentirás calma, tranquilidad y todos los sentimientos que consideramos positivos. Esto es una indicación de que sin importar qué, el resultado será el mejor.
  • Todos los sentimientos negativos nos indican que nos alejamos de nosotros mismo, de la energía divina. Recuerda que lo divino es energía de amor y en el amor verdadero no entra ningún sentimiento negativo. Actuar desde energías negativas no nos acerca a la valentía.
  • Cuando tomes acción, hazlo con generosidad y bondad. Permitir que las cosas sucedan de la mejor manera en el mejor momento es la verdadera valentía. Quiere decir que es importante considerar todo lo que está sucediendo y a todos los seres que nos rodean, incluyéndolos y permitiéndoles elegir ser parte de nuestro camino y éxito. Siempre sé generoso, benévolo y bondadoso con las demás personas, tu entorno y tu mundo.
  • Recuerda enfocarte en la verdadera energía de la esperanza y no la expectativa. El que tiene esperanza, siempre reconoce que todo es como debe de ser y que todo se da como se debe de dar. El que tiene expectativa, se desilusiona y desmorona cuando cualquier cosa no es como lo deseaba, no sucede lo que siente que debería o no puede controlar que todo sea a su manera y gusto.

Algunos ejemplos de los cambios que podemos percibir...

 

Conforme más acciones valientes tomes en tu vida empezarás a sentir una sensación de satisfacción, de logro y felicidad. El valiente no es arrogante, está feliz de lograr su propósito y entiende que hay que seguir avanzando. ¡No te detengas, sigue creando, sigue soñando! 

 

Cuando actúes con valentía sentirás que puedes actuar y expresarte con bondad; incluirás a los demás en tus decisiones siendo generoso y empático; todo lo que hagas te dará ilusión y lo vivirás con alegría; tu esperanza dará brillo a todo lo que te suceda y te abrirá a todas las oportunidades y diversidad del universo ya que nunca nada será en balde, imposible o fallido.

 

Un ejemplo cotidiano de oportunidades para ser valiente: 

 

¿Te ha pasado alguna vez en tu trabajo o en un proyecto especial para ti en donde deseas decir algo, quieres aportar y te quedas callado por miedo a lo que dirán? ¿Cuántas veces no dices o no haces lo que realmente quieres o sientes que es lo correcto y lo necesario para el éxito, sólo porque otros no lo ven así? ¿Cuántas veces algo inesperado en tu día te saca de enfoque, te molesta y pierdes la inercia y la motivación de lo que deseas hacer? Esos son los momentos claves en donde tienes que callar cualquier duda, cualquier voz interior de miedo y decir ¡HOY ME ATREVO A SER VALIENTE Y SEGUIR MI CORAZÓN!

 

En otras palabras, ahora que ya entiendo mejor la valentía cuando tomo acción:

  • Reconozco mis sentimientos
  • Busco actuar desde sentimientos y pensamientos positivos
  • Reconozco si existe el miedo y actúo más allá del miedo, desde la certeza de que obtengo lo que decido en congruencia conmigo mismo (mi deseo y la inspiración divina)
  • Tomo en consideración mi entorno y permito que cada quien elija por sí mismo
  • Sigo adelante. 

¡Continúa con tu vida permitiendo que la valentía te lleve a ser quien deseas ser!

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