La Tolerancia es como las ondas en el agua
Imagina un lago tranquilo y sereno, compuesto de miles y millones de gotas de agua, todas iguales y a la vez individuales. Ahora imagina que cae una gota de lluvia, esa gota se sumerge y se mezcla con las demás y al caer crea un onda que se expande y genera un movimiento que se une y al mismo tiempo aporta al movimiento natural de ese cuerpo de agua. Imagina que empiezan a caer más gotas de lluvia y todas y cada una de ellas crea su propia onda y se mezclan y se vuelven parte del lago. Cada gota, las ya existentes como las nuevas, ahora componen el mismo cuerpo de agua y al mismo tiempo cada una creó su propia onda y vibración particular de movimiento y esencia; cada gota y cada onda aunque son parte del mismo cuerpo, no se afectan unas a otras, sino por el contrario se van complementando, uniendo, expandiendo y formando un todo manteniendo su esencia particular ya que siempre podemos dividir una gota de agua del resto del lago. Esto es una manera de entender la tolerancia.
Si vivimos nuestra vida sabiendo que somos una parte indivisible de un todo, nuestras acciones podrán ser parte de ese todo. Aunque lo que creemos sea único y especial, particular a nuestra esencia y a quienes somos, todo lo que manifestemos será parte de todo lo que nos rodea y al mismo tiempo todo lo que se crea en nuestro entorno por otros seres y vibraciones, es parte de nosotros y de lo que somos. Yo “afecto” al entrono y viceversa.
Todo lo que hacemos tiene un impacto mucho más grande y profundo de lo que a veces percibimos, es como esa onda en el lago que se expande, la gota que la creó puede no percatarse hasta donde llegó su alcance, pero siempre tendrá un gran alance. Por eso es importante aprender a actuar con esta consciencia y ser tolerante tanto con nosotros mismos como con los demás.
Si observamos la tolerancia que existe en la naturaleza, veremos que la naturaleza permite que cada ser cree y coexista, existe un equilibrio natural. Si aplicamos esto en nuestras vidas, cuando actuemos, seremos más conscientes del alcance de nuestros pensamientos, palabras y/o acciones y podemos mantener ese equilibrio natural en nuestra vida al elegir vivir y dejar vivir. Todo lo que somos impacta nuestra vida y nuestro entorno, es importante mantener un vínculo sano con todo lo que existe y al mismo tiempo ser quienes elegimos ser.
Siempre hay que recordar que cuando nos cerramos a la diversidad, cuando no somos tolerantes, nos limitamos. Es como si una gota de agua del lago se separa o desvincula, entonces no puede vivir la abundancia, riqueza e inmensidad del lago y además se evaporará o consumirá.
Observa cómo te sientes cuando te abres a la diversidad
Percibe cómo te sientes en entornos diferentes o cómo se siente cuando intentas hacer las cosas de la manera en la que otros lo hacen o cuando permites que alguien más dirija las acciones o la forma.
Puede ser que algunas veces te sea más fácil que otras, ¿en qué circunstancias te es fácil abrirte, hacerlo diferente?, ¿en cuáles no?
En las circunstancias que te cuesta trabajo, es probable que tengas beneficios ocultos al no permitir que las cosas sean diferentes a lo que conoces y al no abrirte a la diversidad de pensamiento, expresión o acciones de otros. La mayoría de las veces, al no ser tolerantes, mantenemos un sentido de pertenencia y de autoestima. Es probable que sintamos que lo nuevo o diferente sea una amenaza o peligroso de cierta manera. También puede ser que sintamos un poco de imposición, obligación o exigencia de eso que es nuevo o diferente. Observa cuales de estas emociones pudieras estar sintiendo que te impiden o dificultan ser tolerante.
En las situaciones que se te hacen sencillo abrirte, es probable que tengas apoyo y amor a tu alrededor, pero sobretodo un sentido de seguridad, de colaboración y compañerismo, esto significa que lo que sea que esté creando lo nuevo o diferente, actúa con tolerancia hacia tu persona. Observa cuales de estas emociones pudieras estar sintiendo cuando logras ser tolerante.
Ahora, recuerda que impactas tu entorno y a los demás. Ya observaste que emociones te permiten ser tolerante y cuales te lo impiden. Elige crear situaciones, circunstancias y energías que te permitan tanto a ti como a los demás ser tolerantes. Inspira, motiva, enseña y comparte con los demás tu tolerancia.
- La tolerancia va de la mano con la aceptación y el respeto. Si yo soy respetuoso y acepto la diversidad de todo lo que existe, también seré respetado y aceptado.
- Cuando alguien se resiste a lo diferente, es muy probable que lo percibe como una amenaza o imposición. Es diferente inspirar, enseñar y mostrarle a los demás una forma diferente de pensar, diversas formas de expresión, un camino distinto que imponer o forzarlos a cambiar o ser como yo espero que sean.
- Sé el que inspira, enseña y comparte su esencia particular, no el que impone, obliga, exige o quiere convencer que todo tiene que ser de una forma y manera, porque lo demás está “mal”, es “erróneo”, “tonto” o simplemente por “así debe ser”.
- Cuando exigimos, obligamos o convencemos a los demás de algo, no somos tolerantes, simplemente perdemos un vínculo real con los demás y desaprovechamos una oportunidad para conocer mejor la diversidad de todo lo que existe. Además, es probable que al actuar con estas energías, estamos en un cierto nivel humillando, denigrando, menospreciando e insultado a otros.
- Cuando vas a expresar tus opiniones pregúntate, esto es constructivo para un diálogo y una relación saludable y en armonía, o esto puede herir a los demás, crear separación, se pueden sentir juzgados. Así sabrás si estas siendo tolerante y encontrarás una mejor manera de interactuar con tu entorno.
- Los seres humanos nos acostumbramos a la rutina, lo tradicional y lo conocido, lo que nos permite sentirnos seguros, cómodos y sentir pertenencia. Lo diferente puede ser aterrador, parecer difícil o muy ajeno. Es importante aprender a abrirnos a la belleza, importancia, inmensidad e infinidad de la diversidad sin sentir miedo, dificultad o incomodidad para realmente ser tolerantes.
Algunos ejemplos de los cambios que podemos percibir...
Cuando soy tolerante, cualquier defensa o resistencia que tengan los demás hacia mi, hacia lo que hago o hacia lo que soy, se suavizará e incluso desaparecerá. Si soy tolerante, los demás no me perciben como una amenaza y por lo tanto tampoco me amenazan. Será más fácil permitirles a los demás elegir cómo quieren ser y cómo quieren hacer las cosas sin confrontación ni imposición, al mismo tiempo los demás abrirán su mente y su energía a lo que nosotros somos, de esta forma interactuaremos con compañerismo, colaboración y ambas partes obtendrán un resultado más rico, pleno y lleno de satisfacción.
Al ser tolerantes sentiremos lo que es una verdadera convivencia y cooperación con otros seres. Podremos vivir en equilibrio con todo lo que nos rodea.
Elige ser tolerante al pensar con bondad, expresarte con respeto, actuar con aceptación y entendimiento. Cuando nosotros creamos un ambiente de aliento los demás se abren a nuestra forma de ser y de pensar y viceversa. Ser tolerante es mucho más sencillo cuando sé que los demás me van a apoyar, que me van a ayudar y sobretodo que me van a seguir ofreciendo su cariño, amistad y/o amor y también cuando sabemos que lo que somos será respetado, valorado y nos permitirán seguir tomando nuestro propio camino y decisiones. Recuérdalo e impacta tu entorno con estas energías.
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