Entendimiento, la virtud de iluminar y hacer inteligible todo lo que existe
Entender es conocer lo que somos y lo que nos rodea; es saber lo que existe tanto dentro como fuera de nosotros y dentro y fuera de los demás seres y de toda la creación. Con entendimiento, podemos hacer inteligible cada cosa y/o ser; lo que lo compone, la función, el potencial, las posibilidades, las capacidades, la particularidad, generalidad, etc. Al tener entendimiento, somos capaces de observar, analizar, reflexionar, teorizar, comprobar, concluir y decidir; es la virtud de utilizar la capacidad de nuestro intelecto, nuestra intuición y nuestro instinto por igual.
Cuando obtenemos maestría de la virtud del entendimiento nos conocemos profunda y completamente y actuamos desde nuestra esencia; nuestra voluntad es guiada por nuestros verdaderos deseos. Tenemos verdadera certeza al crear nuestra realidad, conocemos la forma y el camino adecuado, sabemos cómo utilizar nuestras herramientas, habilidades, capacidades, forma de ser y de pensar para llegar a nuestros objetivos. Vivimos en equilibrio y armonía, mantenemos nuestra alegría, pasión, inspiración y dejamos de sentir miedo, frustración, preocupación, crítica, prejuicios y resentimientos. Sabemos que no hay equivocaciones, sólo decisiones; diferentes caminos y formas. Tenemos tanta certeza en lo que somos que elegimos el mejor camino, la mejor forma, lo más a fin a nosotros y la mejor manera para expresar lo que somos.
Mientras aprendemos a entender, podemos juzgarnos con facilidad por decisiones que tomamos que pueden parecer equivocadas, sin embargo con reflexión, perspectiva y tiempo, entendemos el momento que vivimos y sabemos que los momentos donde nuestras decisiones pudieran haber sido diferentes, fueron experiencias significativas. Cuando comprendemos cada experiencia al conocernos mejor y tener más entendimiento, eliminamos nuestros arrepentimientos, relacionamos los estímulos internos y externos que nos llevaron a actuar de una manera u otra con donde y cómo nos encontrábamos en ese momento y todo lo que sucedía dentro y fuera de nosotros. Todo tiene sentido y vemos con claridad que todas las experiencias y vivencias de nuestra vida fueron exactamente cómo tenían que ser; completamos nuestros aprendizajes al reconocerlas.
El tener compasión hacia lo que sentimos, pensamos y hacemos; una perspectiva más allá de las expectativas, mas allá de las apariencias; conocer, aceptar, honrar lo que somos y lo que vivimos; nos lleva al entendimiento.
El entendimiento hacia otros nos permite eliminar el juicio, prejuicios y crítica de nuestras interacciones; vemos lo que está detrás, el esfuerzo bajo la superficie, la lucha emocional o lo que sea que lleva a la persona a ser o actuar de una manera u otra. Cuando llegamos a ese punto podemos saber cómo interactuar de la mejor manera fortaleciendo los talentos, habilidades, dones o virtudes de otros y como lidiar con, prevenir o resolver los vicios o debilidades. Nuestras relaciones interpersonales se fortalecen y mejoran; son más amorosas y profundas.
El entendimiento va de la mano de conocer, aceptar, respetar, honrar, empatizar y tolerar.
Conócete mejor al completar tus arrepentimientos
Esta semana observa tus pensamientos y tus palabras. Analiza si lo que piensas y expresas se relaciona con algo de lo que te arrepientes. Reflexiona acerca de la experiencia:
- ¿Porqué crees que pudiste haber tomado otra decisión?
- ¿Realmente tenías la capacidad y el estado emocional adecuado para otra decisión?
- ¿Qué crees que te motivó a tomar esa decisión?
- ¿Qué aprendiste de esa experiencia?
- ¿Puedes entenderte mejor ahora?
- ¿Puedes reconocer por qué actuaste como lo hiciste y cuál de tus emociones fue predominante?
Es probable que si reflexionas con honestidad al respecto, adquieras más entendimiento de lo sucedido y de quien eres. Entender qué emociones predominan en mi vida, qué me motiva, que aprendo en cualquier situación, qué me cueste trabajo perdonar, dejar ir o que sea recurrente; me ayudará a conocerme mejor.
Entiéndete y conócete mejor, así cuando elijas tus pensamientos, palabras y acciones, lo harás cada vez con más consciencia; con ese sentimiento de saber qué eliges y qué creas con tus decisiones; así vivirás con entendimiento y crearás lo que desees crear.
- Algunas veces una diferente perspectiva o tiempo no es lo único que necesitamos para eliminar arrepentimientos o resentimientos, es importante utilizar nuestro intelecto, intuición e instinto. Reflexionar, sentir, observar… esto es lo que nos lleva a entendernos de verdad.
- Mientras más te conoces, más puedes enfocar tu energía a crear lo que deseas. La crítica, los prejuicios, los rechazos, los miedos, el dolor y la tristeza son emociones que existen para ayudarnos a entendernos mejor. Lo importante es no caer en el drama de estas emociones sino escucharlas, sentirlas y encontrar su raíz.
- Es indispensable practicar nuestra honestidad y tolerancia para entender. Empieza siempre contigo, sé honesto acerca de tus pensamientos, palabras y acciones en cualquier circunstancia donde el resultado no haya sido lo esperado; no culpes a los demás, mejor conócete mejor para elegir una nueva forma en la siguiente oportunidad que la vida te de. Sé tolerante contigo y con los demás al analizar y reflexionar acerca de la situación.
- Si reconoces cualquier capacidad, habilidad o herramienta que te hubiera faltado para tomar mejores decisiones en tu pasado, decide desarrollarla. Es probable que la experiencia ya te haya permitido empezar a desarrollar lo que te faltaba, ahora que ya lo reconoces, elige seguir aprendiendo para lograr mejor maestría en ello.
Lo opuesto al entendimiento...
Lo opuesto al entendimiento es la ignorancia. Por un lado, ignorar lo que somos, nuestro potencial, nuestro propósito e ignorar todo lo que existe. Por otro lado, ignorar nuestras habilidades innatas y/o instinto, ir en contra de nuestra naturaleza y en contra de lo que somos, controlar ese instinto al punto de perder nuestra verdadera esencia.
Ignorar lo que somos es dejar de conocer y saber acerca de lo que compone la creación, simplemente sobrevivimos sin sentido ni rumbo, sin intención y sólo por instinto; dejamos de utilizar nuestro intelecto e intuición y nuestras decisiones vienen más de nuestros vicios que de nuestras virtudes.
Ignorar nuestro instinto es como utilizar nuestro intelecto sin intuición y tratar de eliminarlo, cuando es parte de lo que somos. La razón se convierte en el único factor de nuestras decisiones y al ignorar nuestros sentimiento, emociones y habilidades innatas, ignoramos parte de lo que somos.
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